TOMA DE CONCIENCIA DE UNA HISTORIA EMPEZADA "HACE MIL AÑOS"

Pronunciada primero, luego escrita, la palabra pasó de boca en boca, siguió de mano en mano, de cera en pergamino, de papel en papel, de tinta en tinta... ( ...)" yo la recojo..." ( "La palabra" de Ángel González)

lunes, 27 de abril de 2015

LOS ROMANCES

 Los Romances
El romance es una composición poética de carácter épico-narrativo nacida para ser cantada, formada por versos octosílabos con rima asonante en los pares y cuyo origen se encuentra en los cantares de gesta. El interés por éstos, con el paso del tiempo, fue decayendo y sus fragmentos más atrayentes fueron transformados en romance mediante la ruptura de cada uno de los versos de aquél en dos partes para formar cada uno de los versos del romance.

Se denomina Romancero al conjunto de romances cantados por los juglares desde finales del siglo XIV hasta el siglo XV. Los escritos durante los siglos XV y XVI por autores conocidos, como Cervantes, Lope de Vega, Góngora o Quevedo, forman el Romancero Nuevo.
El romance es una composición creada por la colectividad, por lo que su autor es anónimo y constituye también la razón de que existan múltiples versiones de un mismo romance.

Por su tema, los romances pueden clasificarse en:

Tradicionales: Provienen de un hecho histórico o de los cantares de gesta.
Juglarescos: Su origen es diferente de los anteriores.
de Tema francés:
Carolingios: cuentan las hazañas de Carlomagno y otros personajes de su corte.
Bretones: recogen las leyendas del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda.
Noticieros: Vienen derivados de la convivencia con los árabes y pueden ser fronterizos y moriscos.
De invención: Fruto de la imaginación de los autores.
Líricos: Tratan el tema amoroso y la expresión de sentimientos. Predomina la descripción y la acción es escasa.
Novelescos: Destaca el elemento narrativo, la ficción y el diálogo entre los personajes.

Por su estructura, el romance puede ser:
Romance-cuento: relata una historia completa de principio a fin.
Romance-escena: se concentra en un momento concreto de la acción.
Los romances presentan rasgos de estilo propios de la tradición oral:
Uso de arcaísmos.
Alusión a los oyentes.
Utilización del fragmentarismo o truncamiento: la acción se interrumpe al final, dejando el desenlace a la imaginación del oyente o lector.
Variedad en las formas verbales, mediante la aparición de distintos tiempos en un mismo romance.
Uso de fórmulas para expresar sentimientos, circunstancias espaciales y temporales, etc.
Lenguaje sencillo y con gran capacidad de sugerencia.
Uso de repeticiones, paralelismos y aliteraciones.







jueves, 16 de abril de 2015

EDAD MEDIA: características literarias. lírica tradicional .



 Características literarias

-Carácter anónimo:

El autor no firma su obra porque sabe que esta pertenece a una colectividad. Y no busca nunca diferenciarse con los demás.

-Obra oral:

Era difundida oralmente por los juglares, ya que la gente en esa época no sabia leer.

-Obra en verso:

En la Edad Media se creía que el verso era lo que hacía literaria una obra.

-Imitación:

Los autores recogían una tradición popular o un texto latino y los recreaban. Es decir, las obras no eran originales ni se consideraba importante que lo fueran.












Aquí os dejo un breve esquema de la lírica oral en nuestra península en la Edad Media. 






MESTER DE JUGLARÍA, CANTARES DE GESTA, POEMA DEL MIO CID


LA ÉPICA CASTELLANA

1. El mester de juglaría

El género principal de la poesía épica fue el de los cantares de gesta, extensas narraciones en verso en las que se exaltan las hazañas y las virtudes de los héroes.
La poesía épica se encuadra dentro del mester de juglaría, esto es, la escuela poética propia de los juglares. Los cantares de gesta eran recitados de memoria por los juglares que actuaban en las plaza de los pueblos y ciudades, en los castillos o en las estancias de la corte, a cambio de un pago por sus servicios. Sabían danzar, tocar instrumentos, recitar y realizar ejercicios acrobáticos y circenses.

2. Características de la épica española
Los cantares de gesta surgieron entre los siglos XII y XIII. Se han conservado muy pocos debido a que su transmisión era oral y no escrita. Además del Poema de Mío de Cid, que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos del Cantar de Roncesvalles y del Cantar de las Mocedades de Rodrigo. De otros cantares de gesta nos han llegado noticia a través de crónicas históricas que los utilizaron como fuente.
Otras características de los cantares de gesta de nuestra literatura son: su carácter anónimo, pues el autor no los firmó; su gran vitalidad, pues sus temas pervivieron en la literatura posterior (romancero, comedia nacional, drama neoclásico, romántico y moderno, en la lírica, en la novela, etc.); su realismo, pues se compusieron en fechas cercanas a los hechos que cuentan y apenas aparecen elementos fantásticos.

3. El Poema de Mío Cid
El Cid Campeador encarna  a la perfección la figura de caballero medieval fiel a su espada y a su corazón, lo que le convirtió por mérito propio en defensor de los valores esenciales de aquel siglo XII marcado por la guerra. Sus heroicas gestas junto a su caballo Babieca sobrevivieron a su muerte y, en forma de cantares y poemas, recorrieron los caminos gracias a la inestimable ayuda de los juglares"

El Poema de Mío Cid, obra de los siglos XI o XII, es un extenso poema épico, máximo exponente del mester de juglaría (poesía hecha por los juglares), que cuenta las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, quien por dos veces pierde su honor y lo recupera con creces.

La obra está dividida en tres partes o cantares:

El cantar del destierro: Narra cómo El Cid es desterrado por pedir juramento al rey Alfonso VI. El héroe abandona Castilla después de dejar a su mujer e hijas en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Ya en tierra de moros, entabla diversas batallas por Castejón, Alcocer, Calatayud, hasta llegar a Huesca, Zaragoza y Lérida. En estas escaramuzas hace preso al conde de Barcelona.
El cantar de las bodas: El Cid conquista Valencia, envía un regalo al rey y su mujer e hijas se reúnen con el héroe en sus nuevas tierras. Los infantes de Carrión solicitan el casamiento con las hijas de El Cid, para lo cual intercede el rey.
El cantar de la afrenta de Corpes: Los infantes de Carrión, hombres cobardes, no soportan las burlas de los hombres de El Cid y deciden vengarse en las hijas del caballero castellano, a las que azotan y abandonan en el robledal de Corpes. Ante esto El Cid pide justicia al rey, quien convoca unas cortes donde se restaura el honor afrentado. Las hijas de El Cid terminan casándose con los infantes de Navarra y Aragón.


La métrica del Poema de Mío Cid es irregular: realizado en versos cuya medida fluctúa entre 10 y 20 sílabas aunque predominan los de 13, 14 y 15 y que se agrupan en tiradas (grupos de versos con una sola rima asonante).

De su estilo cabe destacar:

El uso del epíteto épico, para enaltecer y magnificar al héroe ("el que en buena hora nació", "el que en buena hora ciñó espada").
Fórmulas dirigidas al oyente, con el fin de comunicarse con él y de que participe en la narración ("Como oiréis contar", "Bien oiréis lo que dirá"). - o elementos simbólicos (movimientos de los personajes, elementos decorativos, etc.).
Episodios humorísticos, cuya función principal era la de divertir al auditorio e introducir un momento de distensión en medio de sucesos dramáticos (episodio de las arcas en el cantar I; el episodio del Conde de Barcelona al final del cantar I; el episodio del león en el cantar III).
En cuanto al personaje protagonista hay que destacar su conducta ejemplar. Se nos presenta como un hombre de conducta intachable: es valiente, astuto, prudente, amoroso padre de familia, con gran conciencia de su honra y un fuerte sentimiento religioso.










 
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