TOMA DE CONCIENCIA DE UNA HISTORIA EMPEZADA "HACE MIL AÑOS"

Pronunciada primero, luego escrita, la palabra pasó de boca en boca, siguió de mano en mano, de cera en pergamino, de papel en papel, de tinta en tinta... ( ...)" yo la recojo..." ( "La palabra" de Ángel González)

miércoles, 27 de septiembre de 2017

El otoño se acerca DE ÁNGEL GONZÁLEZ. POEMA DE LA SEMANA



El otoño se acerca con muy poco ruido:
 apagadas cigarras, 
unos grillos apenas,
 defienden el reducto 
 de un verano obstinado en perpetuarse, 
 cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. 
 Se diría que aquí no pasa nada,
 pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
 ha pasado un ángel 
 que se llamaba luz, 
o fuego, o vida. 
 Y lo perdimos para siempre.
Ángel González

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Ángel González
(Oviedo, 1925 - Madrid, 2008) Poeta español. Adscrito a la Generación del 50, el tono irónico de su obra implica la superación de la poesía social de posguerra. Es uno de los poetas que más ha influido en la poesía actual. 



domingo, 24 de septiembre de 2017

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98





LA SONATINA de Rubén Darío.
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».



TEXTOS MODERNISTAS Y DEL 98
Sinfonía en gris mayor
El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.
El sol como un vidrio redondo y opaco
con paso de enfermo camina al cenit;
el viento marino descansa en la sombra
teniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo
debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un marinero pensando en las playas
de un vago, lejano, brumoso país.

Rubén Darío.


La Soledad Sonora (1908)Juan Ramón Jiménez

Nacía, gris, la luna, y Beethoven lloraba,
bajo la mano blanca, en el piano de ella...
En la estancia sin luz, ella, mientras tocaba,
morena de la luna, parecía más bella.

Teníamos los dos desangradas las flores
del corazón, y acaso llorábamos sin vernos...
Cada nota encendía una herida de amores...
-...el dulce piano intentaba comprendernos-.

Por el balcón abierto a brumas estrelladas
venía un viento triste de mundos invisibles...
Ella me preguntaba de cosas ignoradas
y yo le respondía de cosas imposibles...

"Eternidades" de Juan Ramón Jiménez

Vino, primero, pura                                      
Vestida de inocencia.                                    
Y la amé como un niño.                               
Luego se fue vistiendo                                  
De no sé qué ropajes;                                   
Y la fui odiando sin saberlo.                         
Llegó a ser una reina                                     
Fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de hiel, y sin sentido!             
… Mas se fue desnudando.                          
Y yo le sonreía.                                            
Se quedó con la túnica                                  
De su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,                                     
Y apareció desnuda toda…                         
¡Oh pasión de mi vida, poesía                       
Desnuda, mía para siempre!   


Una novela modernista



La Sonata de Primavera, del escritor español Ramón María del Valle-Inclán, forma parte de la tetralogía de Sonatas modernistas, que tienen como protagonistas al marqués de Bradomín, «alter ego» del escritor. Por orden cronológico de publicación, es la tercera de las sonatas modernistas.
En la Sonata de Primavera, la acción transcurre en Italia, cuando el marqués llega a un palacio de la ciudad de Liguria, para entregar un mensaje del Papa a monseñor Gaetani, que moribundo, hace que sea recibido por la princesa Gaetani, hermana del prelado y madre de cinco hermosas hijas. El marqués queda prendado de la hija mayor, María del Rosario, que está en trance de ingresar en un convento, lo que, siguiendo el mito de Miguel de Mañara provocará que él despliegue sus dotes de seductor.



Fragmento de Sonata de Primavera. Valle Inclán. 

Y volviendo a continuar la marcha:
—¡No lo quiso Dios!... ¡No lo quiso Dios!...

De esta suerte atravesamos la antecámara, y un salón casi oscuro y una biblioteca desierta. Allí el mayordomo se detuvo, palpándose las faltriqueras de su calzón, ante una puerta cerrada:
—¡Válgame Dios!... He perdido mis llaves...

Todavía continuó registrándose: Al cabo dió con ellas, abrió y apartóse dejándome paso:
—La Señora Princesa desea que dispongáis del salón, de la biblioteca y de esta cámara.


Yo entré. Aquella estancia me pareció en todo semejante a la cámara en que agonizaba Monseñor Gaetani. También era honda y silenciosa, con antiguos cortinajes de damasco carmesí. Arrojé sobre un sillón mi manto de guardia noble, y me volví mirando los cuadros que colgaban de los muros. Eran antiguos lienzos de la escuela florentina, que representaban escenas bíblicas:—Moisés salvado de las aguas, Susana y los ancianos, Judith con la cabeza de Holofernes.—Para que pudiese verlos mejor, el mayordomo corrió de un lado al otro levantando todos los cortinajes de las ventanas. Después me dejó contemplarlos en silencio: Andaba detrás de mí como una sombra, sin dejar caer de los labios la sonrisa, una vaga sonrisa doctoral. Cuando juzgó que los había mirado a todo sabor y talante, acercóse en la punta de los pies y dejó oír su voz cascada, más amable y misteriosa que nunca.




Poema II de Soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado.


He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto     5
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan y piensan     10
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto    15
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.   20
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,    25
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,

descansan bajo la tierra.     30
























CONCEPTO DE NOVELA PARA uNAMUNNO

Niebla (1914)
En la época literaria que rodeaba al autor por entonces, se exigían unos rígidos patrones de procedimiento a la hora de escribir y publicar una novela: una temática particular, líneas de tiempo y acción específicas, convencionalismos sociales... una especie de guion no escrito pero aceptado por todos. Y esto suponía a Unamuno un corsé del que pretendería desprenderse de alguna forma, para expresarse en sus páginas como estimara oportuno. Su solución fue inventar un nuevo género literario, al que bautizó como «nivola», y de esta forma, no podría obtener crítica ninguna en lo referente a reglas de estética o composición, porque solo debería atender a las reglas que él mismo hubiese diseñado para su nuevo género. Así lo expresa en Niebla (1914), en el capítulo XVII:

¿Y cuál es su argumento, si se puede saber?
—Mi novela no tiene argumento, o mejor dicho, será el que vaya saliendo. El argumento se hace él solo.

—¿Y cómo es eso?

—Pues mira, un día de estos que no sabía bien qué hacer, pero sentía ansia de hacer algo, una comezón muy íntima, un escarabajeo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Y a las veces su carácter será el de no tenerlo.

—Sí, como el mío.

—No sé. Ello irá saliendo. Yo me dejo llevar.

—¿Y hay psicología?, ¿descripciones?

—Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada (...). El caso es que en esta novela pienso meter todo lo que se me ocurra, sea como fuere.

—Pues acabará no siendo novela.

—No, será... será...nivola.











martes, 19 de septiembre de 2017

Que les queda por probar a los jovenes - Mario Benedetti


¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.
Mario Benedetti. 






Mario Benedetti ( 1920-2009).
 Escritor uruguayo. Mario Benedetti fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico, y, junto con Juan Carlos Onetti, la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX y uno de los grandes nombres del Boom de la literatura hispanoamericana.


Mario Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanario Marcha, entre otros. En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.





El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde los versos de Poemas de la oficina (1956) hasta los cuentos sobre la vida funcionarial de Montevideanos (1959), se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba. Su consolidación literaria en dos novelas importantes: La tregua (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.

En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en verso, El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos como los de La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la novela Primavera con una esquina rota (1982) y se basó en su infancia y juventud para la novela autobiográfica La borra del café (1993).

Su poesía siempre nos hace sentirnos cercanos y unidos a esta dura tarea que es la vida.

¡ Espero que os guste!!!!!



 
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