TOMA DE CONCIENCIA DE UNA HISTORIA EMPEZADA "HACE MIL AÑOS"

Pronunciada primero, luego escrita, la palabra pasó de boca en boca, siguió de mano en mano, de cera en pergamino, de papel en papel, de tinta en tinta... ( ...)" yo la recojo..." ( "La palabra" de Ángel González)

martes, 17 de diciembre de 2013

RASTRO DE LAS COPLAS DE JORGE MANRIQUE EN LA ACTUALIDAD: COPLAS A LA MUERTE DE SU COLEGA DE LUIS GARCÍA MONTERO



A pesar de que, como vimos,  Las coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique  son un poema profundamente enraizado en la tradición medieval (con su mentalidad característica, sus tópicos e intenciones), su forma de expresar esa reflexión sobre la vida, la muerte, el paso del tiempo, la fragilidad de lo terreno, lo inestable y efímero de todo aquello que deseamos y a veces incluso conseguimos, han hecho que su eco perdure hasta la actualidad... y lo que queda.

Por ejemplo, imposible no pensar en el poeta medieval cuando Antonio Machado convierte el camino en el símbolo fundamental de su poesía, mediante el cual se define a sí mismo -y al lector- como  caminante...


 Y la imagen de la vida como un río (siempre fluyendo, imposible dar la vuelta, discurriendo por un cauce que la lleva a su final, siempre el mismo río pero con distinta agua) sigue funcionando en la actualidad y no solo en poesía: también en novela (El río que nos lleva, de José Luis Sampedro), o incluso en cine (El río de la vida, de Robert Redford). Y el mar como imagen de la muerte (estático, inmenso, punto de llegada y punto final del fluir del rio, y al mismo tiempo, su destino natural) aparece entre otros, de nuevo, en Machado.

Federico García Lorca, por su parte, imitaba a Manrique elogiando a su padre para hacer su propio elogio de su amigo, el torero Ignacio Sánchez Mejía, en su "Llanto" .

Pero ya mucho antes, en el siglo XVII, Francisco de Quevedo retorcía hasta la genialidad otra de las ideas que ya esbozaba serenamente Manrique: la vida como tiempo, en un continuo pasar imposible de nombrar, que hace que el futuro tenga el mismo valor que el pasado (pues será igual de pasajero), que el presente no exista y que vivir sea, en realidad, ir muriendo.


En plena actualidad , es el poeta Luis García montero  el que nos hace un homenaje a Manrique volviendo a todos estos temas  en sus "Coplas a la muerte de un colega" .
Os invito a que realicéis una comparación entre ambos textos.

              1
Recuerda, si se te olvida,
que este mundo es poca cosa,
casi nada,
que venimos a la vida
con la sombra de una losa
no pagada.
Los días como conejos
nos llevan en ventolera
al infierno,
su curso nos hace viejos
trocando la primavera
en invierno.
              2
El criador, con grande enojo,
cuando en la vida nos mete
y nos suelta,
para no quitarnos ojo
nos manda como un billete
de ida y vuelta.
Nacemos al desayuno,
comemos según vivimos
y cenamos
cuando parece oportuno,
por eso mientras dormimos
descansamos.
          3
Nuestras vidas son los sobres
que nos dan por trabajar,
que es el morir;
allí van todos los pobres
para dejarse explotar
y plusvalir;
allí los grandes caudales
nos engañan con halagos
y los chicos,
que explotando son iguales
las suspensiones de pagos
y los ricos.
          4
Mas porque pase la vida
sin que podamos sacarla
de este pozo,
no la demos por perdida,
que es posible rescatarla
con el gozo.
Pues decidme, la hermosura
de esos dos labios tan bellos
y empapados,
cuando pierdan su ternura
¿que se podrá hacer con ellos
disecados?
          5
¿Qué hace ahora pendulero,
tan vacío y contrahecho,
sin color,
aquel órgano certero
que se puso tan derecho
en el amor?
¿Qué se hizo Marilyn?
Aquellos Beatles de antaño,
¿qué se hicieron?
¿Qué fue de tanto sinfín
de galanes que en un año
nos vendieron?
          6
Y los tunos, los toreros,
las cantantes de revista
en el olvido;
las folklóricas primero,
el marqués y la corista
¿dónde han ido?
¿Dónde están los generales,
sus medallas y su espada
sin conciencia,
sino esperando mortales
a que les sea dictada
su sentencia?
          7
Y el ritmo de los roqueros,
los canutos y la risa
del pasota,
los chorizos tironeros
que han vivido tan deprisa
y el drogota
que se inyecta mil caballos
por las venas, los colgados
y el camello,
¿dónde iremos a buscallos,
dónde son tan olvidados,
qué fue de ellos?
          8
Todo pasa, es aguanieve
que se deshace en el suelo
silenciosa,
mientras que la vida llueve
y se nos puebla de duelo
cuando acosa,
nos apremia con su mano
y con sus ojos nos niega
torpemente,
el corazón de un hermano,
la presencia de un colega
diferente.
          9
Recuerdo que atardecía,
recuerdo que vi su coche
detenerse,
recuerdo la compañía
de sus ojos en la noche,
sin saberse
tras la boca de un gatillo
que esperaba tembloroso
y asesino,
meterse por un pasillo
de aquel corazón dudoso
y su destino.
          10
Y recuerdo la culebra
de la vida, fría, inerte
por su cara,
empapado de ginebra,
esperando que la muerte
lo besara.
Se lo llevó con desgana
la canción de una ambulancia
malherida,
las grúas de la mañana
recogieron su arrogancia,
ya sin vida.
          11
Camarada de su gente,
¡qué pantera en el coraje
por nosotros!
¡Qué canalla adolescente!
¡Qué enemigo tan salvaje
con los otros!
Y para el valor, ¡qué fiero!
¡Qué destreza de alimañas!
¡Qué razón!
Para el amor marinero,
gobernando en sus pestañas
la pasión.
          12
No dejó ningún tesoro,
dos jeringas en el suelo
sin sentido,
su navaja en deterioro,
su gabán de terciopelo
descosido.
Pero estuvo en la ciudad
y acaudilló los suburbios
con la suerte,
y habló de la libertad
hasta ver los ojos turbios
de la muerte
          13
Y porque fue capitán
de camadas y patrullas
sin juicio,
porque ya no nacerán
dos manos como las suyas
para el vicio,
porque jamás nos vendió
y mordimos el anzuelo
de su historia,
aunque la vida perdió
dejónos harto consuelo
su memoria.

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/HISTORIA_LITERATURA/MANRIQUE/coplas_garciamontero.htm

domingo, 15 de diciembre de 2013

POESÍA DEL S.XV: POESÍA DE CANCIONERO: Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique





 En los dos primeros tercios del siglo XV, la nobleza se dedicaba al cultivo de las ceremonias cortesanas y a la poesía. La poesía cancioneril se dio en Castilla, situándolo en la actualidad en la Meseta Central ibérica. Así nació la poesía cancioneril.
La poesía cancioneril castellana tiene su base en la poesía trovadoresca.
El nombre de poesía cancioneril se debe a que se encuentra recopilada en cancioneros.

Hay dos tipos de composiciones:
- Cantigas. Eran poemas breves destinados al canto, normalmente de tema amoroso. Tenía una forma fija, constituida por la cabeza, la variación y la vuelta.
- Decires. Son composiciones más largas compuestas por un número indeterminado de estrofas. Ahora se denominan coplas.

· Poesía amorosa
Menos el Cancionero de Baena, el tema principal es el amor y su ideología el amor cortés.
El amor se presenta como una fuerza sobrecogedora que se incrementa con la resistencia de la amada.
El léxico expresa metafóricamente el sometimiento del caballero a la dama y también se relaciona con la guerra y con la religión. No aparece descripción alguna de la mujer. En ocasiones se percibe una corriente de erotismo.

· Poesía moral y religiosa
Algunos poemas critican los abusos de grupos o individuos; otros condenan el mundo en general; y un tercer grupo propugna una actitud estoica, a la vez que censura el presente y profetiza el futuro.
La poesía religiosa critica la corrupción y relajación de las costumbres. Pretende provocar sentimientos de pena y piedad basándose en el amor desinteresado. Incluye gozos, pesares, loores de la Virgen y la figura de Cristo.

En la primera mitad del siglo XV destacan Iñigo López de Mendoza (El marqués de Santillana) y Juan de Mena. Y en la segunda mitad destaca la figura de Jorge Manrique.

El marqués de Santillana
Cultivó la poesía moral, política y alegórico-narrativa.
En sus obras destaca las serranillas, que narraban el encuentro entre un caballero y una pastora. También intentó aclimatar al castellano el soneto italiano.
Juan de Mena
Autor de cantigas y decires amorosos de tono intelectual y estilo artificioso. Entre sus obras destaca el Laberinto de la fortuna, dedicada al rey Juan II. En este poema emplea el dodecasílabo, complica la sintaxis y el léxico, e introduce topónimos y lista de autores.
Jorge Manrique
Es el máximo representante de la lírica castellana del siglo XV
Como poeta cancioneril cultivó la poesía amorosa y burlesca; pero su obra cumbre es el poema elegíaco Coplas a la muerte de su padre.







Romance del Prisionero : una joya de nuestra tradición


1. El romancero viejo.

 Llamamos Romancero viejo al inmenso conjunto de romances que cantaban  los juglares y  el pueblo desde mediados o fines del siglo XIV, y a lo largo de todo el siglo XV. Es una poesía de tradición oral y de carácter narrativo, regida por las dos fuerzas que rigen la poesía popular: la conservación y la renovación.

2. Conservación de los romances.
 La atención que, a partir del siglo XV , merece a los humanistas renacentistas la poesía popular como cercana al ideal del hombre primitivo, ha hecho que se conserven numerosos romances. Estos nos han llegado por varios caminos:

 cancioneros manuscritos, como el famoso Cancionero musical de Palacio (finales del s. XV), que conserva las canciones de la corte de los Reyes Católicos; contiene 38 romances.
antologías impresas, como el Cancionero general recopilado por Hernando del Castillo y publicado en 1511; entre sus muchos poemas, hay 48 romances; hubo muchas de estas antologías. También fue importante el Cancionero de Londres (1471-1500) que incluye tres textos significativos como fueron Rosaflorida, El conde Arnaldos y El caballero burlado.
 romanceros, volúmenes formados exclusivamente por romances,  Según Di Stefano, “La difusión impresa del romancero antiguo en el siglo XVI” fueron 54 cancioneros y romanceros con un total de 104 ediciones.

Sin embargo, El Romancero nuevo desplaza al viejo en el gusto del público e invade libros y pliegos. El gran auge del Romancero viejo, en lo que se refiere a su publicación masiva, termina hacia 1580.

     Pliegos sueltos; eran cuadernillos de ocho, dieciséis y hasta treinta y dos hojas, que se vendían por ferias y ciudades, a muy bajo precio; por su fragilidad, se han perdido en su mayor parte: hoy se conservan sólo unos doscientos cincuenta del siglo XVI, en diversas bibliotecas del mundo, que los guardan como objetos preciadísimos. El más antiguo de los conservados parece estar editado en Zaragoza en torno a 1506. Estos pliegos antiguos se conservan en algunas bibliotecas españolas (Biblioteca Nacional de Madrid) o extranjeras (Universidad de Praga, Universidad de Cracovia), así como en bibliotecas particulares.
      La tradición oral moderna; en efecto, el pueblo continuaba hasta hace poco aún cantando romances; se han recogido en la península, en Canarias, en Hispanoamérica, entre los judíos sefardíes repartidos a lo largo del Mediterráneo y entre los hispanos en Estados Unidos.

 3. Origen de los romances. Los romances fueron originariamente fragmentos de de un cantar de gesta que el público hacía repetir al juglar, porque le gustaban especialmente, y que luego eran cantados como poemillas autónomos. Los versos del cantar que se fijaron en 16 sílabas rimando todos con una sola rima, se dividieron en versos de 8 sílabas y, por tanto, con rima en los pares quedando sueltos los impares.
      Más tarde, esos fragmentos constituyeron un género aparte y los poetas compusieron centenares de romances inventados como tales, es decir, ya no desgajados de un cantar de gesta.
      Los temas se ampliaron, e hicieron su entrada en el género, junto con los temas de las gestas antiguas (es decir, de los siglos XII, XIII y XIV) otros temas: hechos actuales de la Reconquista, asuntos novelescos, peripecias de los personajes épicos franceses, y hasta asuntos puramente líricos, bíblicos, religiosos, etc.
      Tal es la tesis tradicionalista, sustentada por Ramón Menéndez Pidal y su escuela; según dicha tesis, habría continuidad entre los cantares y los romances; de aquellos se habría pasado a estos, como eslabones de una misma cadena.
      Frente a la tesis tradicionalista se ha alzado la tesis individualista. Sostiene que los romances fueron creados desde un principio como género independiente de los cantares de gesta. Parece que los romances a los que cabe atribuir fecha más antigua son líricos o novelescos, no épicos. El género surgió por una acto de invención de algún poeta, que obtuvo un éxito fulminante.

 4. Definición de romance“un romance es una canción narrativa (…) A grandes rasgos se puede decir que se trata de una composición con un número indeterminado de versos de dieciséis sílabas (o de doce: romancillo) y rima asonante (monorrima) que relata con un estilo propio, una historia de interés general y que, por lo tanto, es retenida y repetida por una parte de aquellos que la oyen, difundiéndose así en el tiempo y en el espacio. 

5. Función del romance:

      El entretenimiento. La primera y más importante función del romance es narrar una historia interesante de una manera atractiva y fácilmente comprensiva para la comunidad. Para que esta historia sea apreciada tiene que ser verosímil y estar fincada en la realidad; también tiene que tratar temas del dominio público (incesto, adulterio, venganza, etc) o tratar de personajes o hechos conocidos (el Cid, las guerras de frontera, la muerte del hijo del rey, etc. (…) Pero el juglar también inventa y mucho desde personajes a hechos. El juglar, poeta al fin, borda sobre el cañamazo de la historia, mezcla ficción y realidad, falsea, quita, añade…

     Función noticiero de propaganda lo que significa dar a conocer hechos de la historia más o menos reciente, aunque no hay que entender que sean totalmente fieles a la realidad histórica, sino que utiliza la historia para bordar sobre ella y construir con más o menos dosis de fidelidad. El juglar utiliza la historia pero también inventa mucho: desde personajes a hechos. El juglar, poeta al fin y al cabo, mezcla ficción y realidad, falsea, añade, quita… La noticia y el cuento están muy relacionados pero predomina el segundo aspecto. La tradición oral va desgastando la parte histórica, y con el paso del tiempo los datos reales quedan como elementos aislados. Se pierden en general sus coordenadas históricas y queda en el terreno impreciso del pasado. Es de destacar, la conservación de topónimos que aparecen con frecuencia en los textos. o La función principal de los romances es el entretenimiento pero sirven también para acompañar las tareas del campo o del trabajo en grupo, en las romerías, en las peticiones de aguinaldo, en fiestas religiosas, como distracción durante las faenas domésticas, para entretener a los niños e incluso para arrullarlos.

 6. Clases de romances:

     Históricos o noticieros: se refieren a hechos contemporáneos, generalmente tratan de sucesos correspondientes al siglo XV, aunque los hay anteriores. Una variedad de estos son los fronterizos, que abordan historias de la frontera entre los reinos musulmanes y cristianos.

      Épicos: desarrollan temas propios de las canciones de gesta. Sus protagonistas pueden ser el Cid, los infantes de Lara, Fernán González… Una variedad son los carolingios que tienen como eje los personajes del ciclo de Carlomagno y Roldán.

     Líricos o novelescos: suelen contar historias de amor, y en ellos tienen las mujeres un protagonismo fundamental. Recogen historias de leyendas medievales francesas y tienen gran calidad literaria

7. Características del estilo de los romances:

Esencialidad e intensidad: se elimina todo lo secundario o superfluo para obtener la máxima expresividad.
Naturalidad: lenguaje sencillo y claro, que busca la comunicación con los oyentes.
Dramatismo: en muchos se utiliza el diálogo, que se mezcla con la narración, lo que les da gran viveza. Intemporalidad: el uso de los tiempos verbales (especialmente el uso del pretérito imperfecto, los hace propios de cualquier tiempo histórico, y le añade una nota de irrealidad.

  8. Lenguaje de los romances:

Locuciones arcaicas que provienen de la tradición épica.
Lenguaje formular (propio de la composición oral). Cada fórmula o tópico se adapta a la situación concreta en que se usa.
Recurso de la repetición sintáctica ( “Si lo haces como bueno/serás de ellas muy honrado,/si lo haces como malo/serás de ellas ultrajado”) y semántica. En este caso puede referirse a simples palabras (“Abenámar, Abenámar…”; “Mercedes, el rey, mercedes“.
 Repeticiones no textuales son aquellas en que se utilizan palabras semejantes, palabras de conceptos análogos que expresan una misma idea, como “llorando y gimiendo”; “miedo y pavoría”; “niño y muchacho”.
 Paralelismos en sus dos fórmulas principales: variado por sinonimia o variado por inversión: " ¿De qué vos reís, señora?/¿de qué vos reís, mi vida? " ¿Qué hacéis, Virgilios? / ¿Virgilios, aquí que hacéis?.
Uso de la antítesis o contraposición: " Todos se visten de verde/el obispo de azul y blanco". " Vega abajo, vega arriba" " Como menguaba y crecía" "De las cartas placer hubo,/ de las palabras pesar.
La enumeración. Hay pocos romances que no la utilicen en sus varias modalidades: " Tres hijuelos había el rey…/el uno se tornó ciervo,/el otro, se tornó can,/el otro se tornó moro,/ pasó las aguas del mar". "¿Qué castillos son aquéllos?/ ¡Altos son y relucían!/El Alhambra era, señor,/y la otra la Mezquita/ los otros los Alixares, /labrados a maravilla… /El otro es Generalife, /huerta que par no tenía/ el otro Torres Bermejas,/ castillo de gran valía".
 Sobriedad e impersonalidad de tono que se manifiesta en el uso parco de los adjetivos y en la preferencia por la acción frente a la descripción.
 La mayor parte de los romances empiezan “in media res” sin alusión a sus antecedentes o entorno, y muchos de ellos concluyen antes de que la acción haya sido llevada al término. Esto es lo que se ha llamado “saber callar a tiempo” propio de finales repentinos (o truncados).
Mezcla de partes narrativas con partes dialogadas lo que le da un intenso dramatismo y viveza.

 Ahora vamos a ver uno de los romances más famosos de nuestra literatura . 






Romance del prisionero

Que por mayo era, por mayo,      1
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria             5
y responde el ruiseñor,                
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,               10
que ni sé cuándo es de día       
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;                15
déle Dios mal galardón.

                 Ramón Menéndez Pidal
                 Flor nueva de romances viejos

Comentario de texto
“Romance del Prisionero”

Este poema es anónimo, y pertenece al Romancero Viejo, que es un conjunto de poemas anónimos compuestos durante los siglos XIV y XV.

Se trata de un romance lírico, ya que presenta el estado de ánimo en que se encuentra el protagonista del romance, es decir el prisionero, por el hecho de estar encerrado en una prisión.
El prisionero habla de su situación en primera persona y no es más que  un monólogo interior del prisionero en el que expresa sus sentimientos por la falta de libertad que tiene estando en la prisión. Un hecho importante es que el protagonista sabe cuándo es de día y cuándo de noche gracias al canto de una avecilla, pero la muerte del animal deja totalmente solo y aislado del mundo exterior al prisionero.

Posiblemente el poema más recitado de nuestra literatura, y vemos, de nuevo, que no caduca: sin libertad, no hay salida.
Esta versión de Joaquín Díaz es la unión de la música tradicional con la tradición literaria de nuestra Península.

Espero que os guste.

 
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